Érase una vez una soleada mañana de verano, en la que la brisa rizaba las nubecitas blancas en el cielo azul, y los prados estaban llenos de ranúnculos dorados. Era el día ideal para recoger miel. Eso era lo que pensaron las abejas, y todas se apresuraron a ponerse su chaqueta de terciopelo pardo, para […]